El papel de la amistad en la resiliencia

Ilustración: Fabián Andrés Coppola Luhr 
 El Papel de la Amistad en la Resiliencia: ¿En qué medida la amistad fortalece la resiliencia psicológica y promueve la recuperación emocional?

Las relaciones humanas son parte esencial de nuestra experiencia, incluso se han considerado el fundamento de la condición humana. Nuestra identidad se forja en la interacción con nuestro entorno y la manera en que logramos involucrarnos con otros incide significativamente en la satisfacción con la vida y la percepción de bienestar. (1)

El poder de las relaciones que resultan nutricias para el ser humano nace de una diversidad de personas, entre ellas, familiares, parejas y un grupo elegido, quienes tienen un profundo impacto psicológico a lo largo de nuestras vidas: los amigos.

Amistad y soledad, dos caras de la misma moneda

Cuando hablamos de amistad, generalmente pensamos en cualidades como la empatía, la confianza, la conexión emocional y el apoyo mutuo. No solo nos referimos a interacciones sociales, detrás hay una elección según valores, intereses y momentos de vida compartidos.

Si bien contamos con distintos tipos de amigos, desde amistades superficiales hasta relaciones profundas y cercanas, estas desempeñan un papel importante en la vida llegando a proporcionar un sentido de pertenencia y un medio de crecimiento personal.

Diversos estudios han demostrado que tanto la cantidad como la calidad de las amistades incide extraordinariamente en nuestra felicidad y también en nuestra salud y longevidad, reduciendo el riesgo de mortalidad más que la mayoría de las cosas (2).  Por ende, y según este mismo autor, en su libro “Amigos: El poder de nuestras relaciones más importantes.”, no tener amigos y el consecuente sentimiento de soledad, por el contrario, acorta considerablemente la vida (3).

El papel de la amistad en la Resiliencia

La OMS define la resiliencia como la capacidad de las personas y comunidades de adaptarse, recuperarse y crecer frente a situaciones de adversidad (4). Ser resiliente no quiere decir que no experimentemos dolor emocional, por el contrario, nos afectamos y sentimos vulnerables, sino más bien se relaciona con la posibilidad de recuperar el equilibrio emocional y poder proyectar un futuro pese a las dificultades.

Como seres humanos nos encontramos vulnerables ante la vivencia de fuentes significativas de estrés, amenazas o situaciones traumáticas. Muchos estudios demuestran que uno de los elementos que promueven nuestra capacidad resiliente es contar con relaciones de apoyo y afecto, tanto dentro como fuera de nuestro círculo familiar. Porges (2007) señala que la cercanía con un otro nos brinda calma y seguridad posibilitando respuestas a nuestro entorno de carácter más flexible, por tanto, más adaptativas a nuestras necesidades y circunstancias (5).

Por otro parte, un estudio realizado en Australia señaló que personas que tenían menos amigos y menor apoyo social presentaban una mayor vulnerabilidad a desarrollar algún trastorno psicológico (6). Otros estudios lo confirman llegando a la conclusión de que quienes cuentan con grupos de pertenencia y poseen vida social, son menos propensos a deprimirse. El acompañarnos por otros favorece nuestra regulación y sensación de protección frente a la amenaza.

Cuando hablamos de amistades nutritivas, el estar con amigos nos lleva a sentirnos mejor psicológicamente, reduciendo nuestros niveles de ansiedad y ayudándonos a recuperarnos del malestar emocional con mayor facilidad, “los amigos actúan como una especie de aspirina capaz de curar los síntomas que nos agotan y nos deprimen”. (7)

Al estar con nuestros amigos, reír, escucharnos, bailar o acariciarnos, secretamos endorfinas, sustancias químicas producidas por el cerebro que alivian el dolor, y promueven nuestra sensación de placer y bienestar. Las endorfinas funcionan como analgésico natural, mejoran el sistema inmunitario, nos ayudan a regular nuestro estado de ánimo y a reducir nuestras respuestas de malestar ante el estrés.

Conclusión

Las relaciones de amistad contribuyen a la capacidad de las personas para hacer frente a la adversidad y superar situaciones difíciles. Los amigos son una fuente de apoyo emocional, un espacio seguro para expresar sentimientos y preocupaciones. En la medida que nos relacionamos mediante la empatía y la comprensión, aliviamos nuestro estrés y ansiedad, también la sensación de soledad.

El sentirnos aceptados y valorados nos ayuda a construir la confianza en nosotros mismos. En la medida que nos relacionamos con otro, vamos reconociéndonos en nuestras cualidades, vamos aprendiendo desde el reflejo de otro ser humano en nuestras experiencias compartidas y en nuestras distintas formas.

Definitivamente, los amigos no solo benefician nuestra salud, también nos brindan apoyo práctico y emocional. Es imprescindible cultivar amistades saludables. No olvidemos que la amistad implica reciprocidad, dos o más partes dispuestas a implicarse de manera generosa y tolerante, con disposición a dedicarse tiempo de calidad la una a la otra. Como dice Dunbar (2023) “Formar parte de un grupo nos hace sentir realmente humanos. Nos sentimos mejor cuando sabemos que formamos parte de algo. Cuando sabemos que alguien nos quiere, la vida es mucho más llevadera”.

 

 

Bibliografía 

  • Reis, H. T. & Gable, S. L. (2003). Toward a positive psychology of relationships. En C. L. Keyes & J. Haidt (Eds.). Flourishing: The positive person and the good life (pp. 129–159). Washington, DC: American Psychological Association. http://dx.doi.org/10.1037/10594–006.
  • Dunbar, R. Amigos: El poder de nuestras relaciones más importantes. (2023)
  • Dunbar, R. Amigos: El poder de nuestras relaciones más importantes. (2023)
  • Organización Mundial de la Salud. (s/f)
  • Porges, S. The polyvagal theory: Phylogenetic contributions to social behavior. (2003)
  • Dunbar, R. Amigos: El poder de nuestras relaciones más importantes. (2023)
  • Dunbar, R. Amigos: El poder de nuestras relaciones más importantes. (2023)
  • Dunbar, R. Amigos: El poder de nuestras relaciones más importantes. (2023)

 

Autora: Cristina Torres Sahli

Psicóloga Clínica. Formación en Terapia Centrada en la Compasión (CFT), Trastornos de la Conducta Alimentaria, Terapias de Liberación Emocional EFT y Matrix Reimprinting, Gestión Emocional y Mindfulness, Experiencia Somática (ES). Instructora de Yoga Niños y Adultos, Yogaterapeuta.
Ilustración: Fabián Andrés Coppola Luhr 

Ilustrador Digital, Director de Arte y Publicista. Creador de imágenes a partir de la ilustración y la post producción fotográfica. Apasionado por el dibujo y el arte gráfico, con experiencia en el área digital y manual. Gerente de diseño en la empresa Kushki, enfocado en la identidad de marca.

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